Pero el mejor activo del Grupo ENSA, sin duda alguna, es nuestro capital humano. Todos y cada uno, desde nuestras distintas responsabilidades, somos quienes hacemos posible que seamos una empresa ejemplar y que podamos seguir avanzando hacia un futuro que, pese a las dificultades, es ilusionante y cargado de nuevas oportunidades.
Mantener los estándares más exigentes en nuestra actividad, nos compete a todos. Es esencial que asumamos la importancia de una verdadera actitud de cumplimiento de estos preceptos éticos e interioricemos este código de conducta como elemento básico de nuestra cultura empresarial para mejorar nuestra productividad, seguir generando confianza y seguridad entre nuestros clientes y proveedores, fortalecer nuestra buena reputación e imagen corporativa y favorecer un clima de satisfacción y orgullo de pertenencia al Grupo por parte de nuestros empleados.»